La superficie de la piel merece ser mimada y tratada con cariño, especialmente la de la cara, que es más delicada.
Y la limpieza es una parte importante del cuidado, ya que elimina la suciedad y las bacterias. Utiliza siempre un limpiador suave, ya que los jabones con detergentes eliminan la capa protectora de aceite de la piel. Quítate siempre el maquillaje y/o protector solar antes de acostarte. Para el maquillaje resistente al agua, usa un removedor a base de aceite, seguido de un limpiador suave. Luego, hidrata la piel después del baño, si se siente seca o con picazón.
Un programa sencillo de antienvejecimiento, especialmente para la superficie de la cara, el cuello y las manos, debe incluir un producto de vitamina C y/u otros antioxidantes, así como un protector solar de amplio espectro SPF 30+ en la mañana y, por la noche, un retinoide/retinol con crema hidratante, si es necesario. La vitamina C tópica y otros antioxidantes tópicos pueden prevenir el daño solar, la deshidratación y las arrugas. Los retinoides abren los poros, ayudan a eliminar el acné, reducen las líneas finas, impulsan la producción de colágeno, aclararan las manchas cafés y mejoran la textura de la piel. Ten cuidado, porque también pueden provocar sequedad, descamación y enrojecimiento. De hecho, hay que usarlos con precaución, por eso en Estados Unidos se requiere una receta médica para comprarlos. Sin embargo, el retinol de venta libre trabaja de manera más gradual y suave, pero todavía es eficaz para rejuvenecer la piel. Otros productos se pueden añadir a las necesidades específicas de tu piel y siempre es aconsejable consultar a un profesional para saber qué cuidados extra se necesitan.
Se sabe desde hace años que hay diferentes tipos de piel, especialmente en la cara. Los tipos, por lo general, se dividen en cuatro categorías e incluyen piel normal, grasa, seca y mixta. La piel mixta tiene una zona T que es grasa, y es normal que se sequen las otras áreas de la cara. La piel normal debe responder bien a formulaciones tópicas ligeras. Si tu piel es grasa, debes utilizar productos que vienen en forma de geles o líquidos. La piel seca, en cambio, necesita lociones no irritantes y cremas. La piel mixta debe humectar las áreas secas con lociones y sueros ligeros y las áreas grasas, con geles y líquidos.
Si cuidas tu piel, el espejo te devolverá una piel sana y lozana.
Con la colaboración de la Dermatóloga Donna West
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